Gases Refrigerantes para Aire Acondicionado y Bombas de Calor:
Tanto las bombas de calor, como los aparatos de aire acondicionado, emplean un gas refrigerante en sus circuitos. Con el paso de los años, el tipo de gas ha ido cambiando, optándose por recurrir a gases más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. La normativa ha cambiado, aunque los nuevos equipos ya están preparados para responder a las limitaciones.
La regulación de gases fluorados La sostenibilidad es una prioridad para todos, y desde hace años se busca disminuir el impacto de diversas sustancias perjudiciales para el medio ambiente, como los gases refrigerantes a los que recurren equipos de uso común como aires acondicionados o frigoríficos.
El Reglamento (UE) 517/2014 introdujo una limitación sobre el uso del gas R410A, indicando que a partir de 2025 no podría usarse este gas en equipos de aire acondicionado, lo que se tradujo en que muchos fabricantes empezasen a utilizar otro gas para sus aparatos: el gas R32. Además, en vista de nuevas limitaciones, los fabricantes de equipos de refrigeración siguieron buscando soluciones aún más respetuosas con el medio ambiente, como los gases R290 (propano) y R600a (isobutano).
Ahora, el pasado 29 de enero, el Consejo de Europa ha aprobado dos Reglamentos para reducir gradualmente los gases fluorados y otras sustancias que provocan el calentamiento global y agotan la capa de ozono.
¿Qué se busca con la nueva normativa?
Las normas establecen que los gases refrigerantes a utilizar deben tener un PCG, Poder de Calentamiento Global inferior a 150. Esto significa que la emisión de 1 kg de gas refrigerante equivaldría a emitir 150 kg de dióxido de carbono.
Para entenderlo fácil podemos hacer una comparación con los coches de combustible;
"Partiendo de la base de que un litro de gasóleo quemado en un coche emite 2.640 gramos de CO₂. Si hablamos de un diésel con un consumo de 5 litros/100 km emitirá 132 g/km"
En estos momentos, la mayoría de los equipos de aire acondicionado emplean gas R32, y poco a poco va introduciéndose el R290, cuyo PCG es próximo a 0, principalmente en soluciones de aerotermia.
Los frigoríficos, por su parte, han dejado de usar el gas R134a, sustituyéndolo por el R600a, un gas más respetuoso con el medio ambiente, que también tiene un PCG 0.
Que es el PCG
Los gases refrigerantes se clasifican de acuerdo con dos niveles importantes: su potencial de agotamiento de la capa de ozono y su potencial de calentamiento global; estos niveles indican cuáles refrigerantes son los más contaminantes. Como profesional de servicio debes tenerlos muy claros para saber cuál es el más adecuado en tus labores de servicio
Como resultado de los acuerdos internacionales para proteger al ambiente y la capa de ozono, los gases refrigerantes que se utilizan en todos los equipos de climatización y refrigeración están regulados y tienen que cumplir con niveles rigurosos en relación con su impacto sobre el planeta.
Dichos niveles son su potencial de agotamiento de la capa de ozono, que establece el grado de destrucción del ozono que una sustancia puede provocar a lo largo del tiempo, y el segundo es el potencial de calentamiento global. Este nivel se refiere a la contribución que un gas refrigerante tiene sobre el efecto invernadero, al cual se le atribuye el calentamiento global del planeta.
El potencial de calentamiento global de un gas, también conocido como PCG, depende de la eficiencia de la molécula de dicho gas para atrapar la radiación durante su ciclo de vida atmosférico, lo que lo convierte en un gas de efecto invernadero. Esta eficiencia se mide en relación con la misma masa de CO₂ y se evalúa durante un determinado periodo de tiempo.
Entonces, si un gas tiene un elevado forzamiento radiativo, pero también un ciclo de vida corto, tendrá un PCG elevado en un periodo de 20 años, pero bajo en un periodo de 100 años, debido a su degradación en la atmósfera gracias a las reacciones químicas. En contraste, si una molécula tiene un ciclo de vida atmosférico más largo que el CO₂, su PCG aumentará según el periodo de tiempo considerado.
Las sustancias agotadoras de la capa de ozono, también llamadas SAO, son sustancias químicas, como los halógenos y los gases fluorados, que contribuyen a la destrucción catalítica de la estratosfera de la Tierra, también conocida como capa de ozono. La principal fuente de estas sustancias es la liberación de gases refrigerantes halogenados fabricados por el hombre, como los CFC (clorofluorocarbonos), los freones y los halones.
El potencial de agotamiento de la capa de ozono de estos compuestos químicos, también llamado PAO, es el nivel de degradación que puede causar sobre la capa de ozono en un determinado periodo de tiempo. La capa de ozono evita que los rayos ultravioleta tipo B (UVB) pasen a través de la atmósfera de la Tierra. La exposición a este tipo de rayos provoca cáncer en la piel, cataratas, daño sobre las plantas y reducción de la población de plancton en la zona fótica de los océanos.
La disminución de la capa de ozono observada y proyectada ha generado preocupación mundial, lo que ha desembocado en la adopción del Protocolo de Montreal, que prohíbe la producción de clorofluorocarburos (CFC), halones y otros químicos que agotan la capa de ozono.
Es responsabilidad de todo profesional de mantenimiento y servicio tener claras las características de los gases más utilizados en la industria de la refrigeración y la climatización, con el fin de que sepan cuáles son los más adecuados para cada sistema y cuáles causan un menor impacto sobre la salud del planeta. Este conocimiento, además de convertirte en un profesional responsable, ofrece una característica distintiva que hace consciente de su entorno y aumenta su conocimiento general.
gracias
Muchas gracias por la información, el artículo es sencillo y muy útil.